Una vez leí que "los viajes sirven para conocer las costumbres de los distintos pueblos y para despojarse del prejuicio, de que sólo en la propia patria se puede vivir de la manera a que uno está acostumbrado".
Siempre soñé con volar, aunque se me encoja en estómago al subir a un avión o no pueda con la "Lanzadera" del Parque de Atracciones.
Me gusta viajar y como no siempre se puede... navego en Internet, que se convierte en una extensión de mi imaginación. El chico de la Coca-Cola Light viaja y desde Panamá envía esta crónica, que retrata la intrahistoria de una pequeña parte de este país.
"Estoy en un paraíso, pero como en todo paraíso, éste tiene muchos patios traseros donde nadie quiere mirar. Aguas tan cristalinas que, a tres metros de profundidad, puedes leer las etiquetas de las botellas que se acumulan en el fondo. ¿Suena feo? No. Soy ecologista, socio de ONG y a la vez una persona normal, capaz de olvidar cuándo es "El día de la Tierra". Pero un grupo de personas, que como yo viven en este lugar, se acordaron y nos lo recordaron a todos, invitándonos a los más "echaos palante" y a las escuelas del pueblo, a limpiar. Los niños limpiaron las calles del pueblo y la playa; los mayores bucearon y nadaron limpiando el fondo del mar, sobre el que se construyen hoteles y bares. Hoy varios días despues, sé que recogieron toneladas de basura, y que por unos días el pueblo y el mar estarán más limpios... Tal vez mañana los niños, que se divirtieron recogiendo basura en la calle, enseñen a sus mayores las ventajas de cuidar su pueblo, su mar, nuestro mundo. Desde el paraíso: El chico de la Coca-Cola light"
Ah! El de la frase célebre es Descartes ¿Le recordáis? El que dudaba de todo. Viajar es casi un privilegio que los afortunados deben exprimir al máximo, y compartir...
2 comentarios:
Gracias amigo por tu crónica...
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