Joanvinch.blogspot.com escribe: "Esta semana ha trascendido (poco) una noticia de Associated Press, según la cual Universal Music Group ha tenido que pagar una multa de doce millones de dólares por maniobras en contra de la libre competencia. Pero no sólo por sobornar a directores de programación con viajes, regalos y noches de hotel para que pinchen sus canciones-objetivo, sino también por entregar directamente dinero a las emisoras con tal intención. Elliot Spitzer, fiscal general de Nueva York, ha justificado la condena diciendo que "los consumidores tienen derecho a no ser engañados sobre la manera en que se selecciona la música que escuchan en la radio" (...) En el caso español, ¿debería multarse a la discográfica que paga porque no le queda otra, o a la emisora que exige el pago previo a la emisión?"
-Me alegra que me hagas esta pregunta porque..., me parece infantil. Pero claro, si no lo argumento se partirá el cielo y caerá sobre mi cabeza, así que intentaré satisfacer tu curiosidad.
Encontrar tu hueco en las listas de radio fórmula, que tu disco suene y que por ello venda, es tan difícil como comer de la Psicología del Deporte, (por poner un ejemplo).
Como en casi todas las profesiones es tan importante conocer gente que te abra las puertas del medio, como tener cara para abrirte camino.
Encontrar tu hueco en las listas de radio fórmula, que tu disco suene y que por ello venda, es tan difícil como comer de la Psicología del Deporte, (por poner un ejemplo).
Como en casi todas las profesiones es tan importante conocer gente que te abra las puertas del medio, como tener cara para abrirte camino.
Luego está lo del talento… pero hasta que no metes la cabeza en una empresa, no puedes demostrarlo; así que en el INEM o en tu casa eres el más talentoso.
La discográfica abre ese camino al artista con dinero, regalos o intercambios comerciales, porque para eso juega con las leyes de la oferta y la demanda. Hoy sabemos que muchos negocios (y no musicales) se cierran en un campo de golf, en un viaje de placer o en una copiosa comida. Entonces, si partimos de que la industria musical es un negocio y lo sabemos todos ¿Por qué nos rasgamos las vestiduras, si Warner paga para que suene Madonna?¿No paga GURU a Alonso para que lleve sus camisetas y nadie dice nada?¿Sabemos si Alonso es honesto con sus gustos y le gusta estar todo el día entre flores?
Aunque no lo creas, el oyente tiene poder y hoy en día, un papel fundamental en el futuro de los artistas gracias a Internet, I-tunes y las descargas de mp3. La red te permite elegir la música que quieres escuchar y el momento, sin que lo impongan los 40 Principales, Dial o Cadena 100.
Daniel Powter, artista canadiense, se dio a conocer primero en Internet y fue precisamente la demanda del respetable, lo que hizo que este tipo grabase su primer disco y éste sonase en las radio fórmulas; los Artic Monkeys antes de tener discos, arrasaban con sus maquetas y sus conciertos, de instituto en instituto. Hoy los resabiados críticos musicales les bendicen como “los nuevos Beatles”… Sé de muchos que venderían los dientes para que una gran discográfica les fichase.
Luego están los contratos irracionales que la discográfica firma con el ilusionado músico; las cartas de libertad escritas en letra pequeña; los discos que se empolvan en las últimas estanterías de FNAC, o los altos porcentajes sobre los beneficios que se lleva la discográfica, el centro comercial, el distribuidor, etc. dejando una mierda de porción al artista. Pero eso, ya es otra historia.
En resumen, te puedo dar quina durante un mes seguido y eso no significa que te termine gustando. Lo más seguro es que durante un mes vomites por su ingesta ¿no?
La discográfica abre ese camino al artista con dinero, regalos o intercambios comerciales, porque para eso juega con las leyes de la oferta y la demanda. Hoy sabemos que muchos negocios (y no musicales) se cierran en un campo de golf, en un viaje de placer o en una copiosa comida. Entonces, si partimos de que la industria musical es un negocio y lo sabemos todos ¿Por qué nos rasgamos las vestiduras, si Warner paga para que suene Madonna?¿No paga GURU a Alonso para que lleve sus camisetas y nadie dice nada?¿Sabemos si Alonso es honesto con sus gustos y le gusta estar todo el día entre flores?
Aunque no lo creas, el oyente tiene poder y hoy en día, un papel fundamental en el futuro de los artistas gracias a Internet, I-tunes y las descargas de mp3. La red te permite elegir la música que quieres escuchar y el momento, sin que lo impongan los 40 Principales, Dial o Cadena 100.
Daniel Powter, artista canadiense, se dio a conocer primero en Internet y fue precisamente la demanda del respetable, lo que hizo que este tipo grabase su primer disco y éste sonase en las radio fórmulas; los Artic Monkeys antes de tener discos, arrasaban con sus maquetas y sus conciertos, de instituto en instituto. Hoy los resabiados críticos musicales les bendicen como “los nuevos Beatles”… Sé de muchos que venderían los dientes para que una gran discográfica les fichase.
Luego están los contratos irracionales que la discográfica firma con el ilusionado músico; las cartas de libertad escritas en letra pequeña; los discos que se empolvan en las últimas estanterías de FNAC, o los altos porcentajes sobre los beneficios que se lleva la discográfica, el centro comercial, el distribuidor, etc. dejando una mierda de porción al artista. Pero eso, ya es otra historia.
En resumen, te puedo dar quina durante un mes seguido y eso no significa que te termine gustando. Lo más seguro es que durante un mes vomites por su ingesta ¿no?
2 comentarios:
- La cuestión está en que no pago porque trates mejor a mi canción sino que me exiges pagarte por ponerla. Y la mayoría de la gente no lo sabe.
- Las listas de éxito/ventas, son una estafa, y la mayoría de la gente no lo sabe.
Hoy día poquísimos locutores pueden poner la música que les apetecería, y la mayoría de la gente no lo sabe.
La única forma de escuchar lo que te apetece y no lo que les apetece, es a través de la red, y quieren que la mayoría de la gente no lo sepa (o no se atreva).
Creo que la palabra exigir está fuera de este contexto. Si se puede utilizar aquí, también se puede usar cuando voy a por tomates al mercado y el tendero me exige 3 euros por un kilo. Nadie da duros a pesetas... Entonces,¿por qué han de hacerlo las radio formulas, que son empresas privadas?
Si el oyente quiere libertad, puede encontrarla en Internet o en Radio 3. Si pienso que el oyente no sabe qué es una lista de éxito, le estoy llamando tonto a la cara.
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