Tengo una vecina empeñada en hacerme ver que su manera de entender la vida es la correcta. Vive en un humilde chalet adosado, estilo holandés detrás de mi casa, con un pequeño jardín presidiendo la entrada de su numeroso hogar. Su casa es clásica, igual que su coche y su marido. Viste con falda por debajo de la rodilla, trabaja en una oficina de ocho a tres y practica a menudo deporte: es campeona de tiro de dardos y oteadora oficial de lo que hace el vecindario.
Mi casa está rodeada de una aburrido y triste muro gris, que desde hace algunos días ha cobrado color y ha adquirido personalidad gracias a un graffiti, firmado por "Blues". El autor de esta aberración, según mi vecina es un gamberro que merece un gran castigo y un artista en desarrollo, según mi padre, dueño del impersonal muro gris.
El joven en cuestión, fue sorprendido por la policía en plena faena, bajo la atenta mirada de mi vecina, dichosa de haber molestado al 091 para dar una lección al descarado chaval. Después de comprobar que el joven contaba con la autorización del dueño de la pared, la policía le felicitó y le animó a terminar su obra. Mi vecina y su pataleta se metieron en su casa poniedo "a Dios por testigo, que no volverían a pasar hambre", ni a dejar ese graffiti durante mucho tiempo, empañando sus vistas. En estos momentos y tras una reunión de la comunidad de vecinos, ha planeado invertir el dinero del cloro de la piscina, en quitar el graffiti de la pared. Sospechamos que con alevosía y nocturnidad.
Mi casa está rodeada de una aburrido y triste muro gris, que desde hace algunos días ha cobrado color y ha adquirido personalidad gracias a un graffiti, firmado por "Blues". El autor de esta aberración, según mi vecina es un gamberro que merece un gran castigo y un artista en desarrollo, según mi padre, dueño del impersonal muro gris.
El joven en cuestión, fue sorprendido por la policía en plena faena, bajo la atenta mirada de mi vecina, dichosa de haber molestado al 091 para dar una lección al descarado chaval. Después de comprobar que el joven contaba con la autorización del dueño de la pared, la policía le felicitó y le animó a terminar su obra. Mi vecina y su pataleta se metieron en su casa poniedo "a Dios por testigo, que no volverían a pasar hambre", ni a dejar ese graffiti durante mucho tiempo, empañando sus vistas. En estos momentos y tras una reunión de la comunidad de vecinos, ha planeado invertir el dinero del cloro de la piscina, en quitar el graffiti de la pared. Sospechamos que con alevosía y nocturnidad.
Mi pregunta ahora es ¿Tengo derecho a decidir como pintar mi pared ? ¿Y si decido pintarla con lunares? ¿Se desatará "Huracán Vecina"?
Me preocupa la precariedad laboral del licenciado, el alto tipo de interés de las hipotecas, el precio de la vivienda, la inmigración, la eliminación de barreras mentales y arquitectónicas, las largas listas de espera en la sanidad pública y por supuesto, la estabilidad de mi familia, mi pareja y mis amigos. Si invirtiese demasiado tiempo en mirar lo que hace mi vecina, me olvidaría de lo verdaderamente importante: tú, yo... nosotros.
Me preocupa la precariedad laboral del licenciado, el alto tipo de interés de las hipotecas, el precio de la vivienda, la inmigración, la eliminación de barreras mentales y arquitectónicas, las largas listas de espera en la sanidad pública y por supuesto, la estabilidad de mi familia, mi pareja y mis amigos. Si invirtiese demasiado tiempo en mirar lo que hace mi vecina, me olvidaría de lo verdaderamente importante: tú, yo... nosotros.
3 comentarios:
Hola que tal?, interesante el blog!, nos leemos, saludos,
JD
Hola! Dejé respuesta a tu comentario en mi blog, pero quería avisarte de modo más directo que he pasado por aquí y que también creé un enlace hacia este sitio.
Saludos.
si yo fuera tu vecina miraría a cualquier sitio excepto al muro (y lo siento por el grafitero)
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