Oskar Kokoschka utilizó su talento como pintor para drenar el dolor que le dejó su amante Alma Maler al marchar. Ella huyó asustada por la pasión y los sentimientos desbordados que le quemaban por dentro, y dejó al pintor austriaco sumido en una profunda tristeza.
Nace así “La novia del viento”, cuadro oscuro que emerge del negro, expresionista, de trazos grandes y fuertes, y que sólo desde la distancia dibujan el amor y el odio que Kokoschka sintió tras la huida de su amante. Poco después, el artista ingresaba en el ejército y cambiaba su destino.
…
Hasta el viernes fui “La novia del viento”. Novia de una ilusión convertida en realidad, durante más de una década. Novia de las palabras que llegaban a tus oídos y te susurran sueños en forma de canción. Me enamoré del viento a primera vista y juntos caminamos durante diez años por un camino lleno de dificultades y sinsabores, pero también de grandes recompensas interiores.
Me enamoré del viento y pensé que sería eterno… pero sólo eterno es el viento. El viernes me llamó una amiga y me hizo llorar: “Amiga, nos han roto los sueños ¿verdad?”. Alguien ha decidido que nuestra relación está acabada, que ya no hay química… que uno de los dos sobra. Me marcho, sin rumbo fijo, sin ser dueña de mi futuro, y dejándome mecer por las olas y la espuma que me acompañan ahora en mi mar.
6 comentarios:
También es ese viento el que se lleva las palabras...
Lo escrito también se lo lleva el viento, vuelan papeles.
No veo el problema.
Yo siempre creí que eras la novia de las palabras.
Siento romper el momentazo símbolo. ¿Te han despedido?
si yo me atrevo
a mirar y a decir
es por su sombra
unida tan suave
a mi nombre
allá lejos
en la lluvia
en mi memoria
por su rostro
que ardiendo en mi poema
dispersa hermosamente
un perfume
a amado rostro desaparecido
SENTIDO DE SU AUSENCIA
Alejandra Pizarnik
Es muy dificil la situación que vivimos en estos momentos. Leo tu post y me da la impresión de poder estar oyendo tu voz. Es mu triste que situaciones así lleguen a tal situación,pero ya veremos como saldrán las cosas
Bueno... amores míos, muchas gracias por vuestras reconfortantes palabras, me las guardo a buen recaudo y las voy administrando poco a poco, para que no se me gasten. ¡Muacks!
¿Os ha gustado el cuadro? uf! es tremendo, verdad?, lo ví por primera vez en COU y desde entonces, siempre me ha llamado la atención, sobre todo después de conocer su historia y su sentimiento de despedida.
¡Qué bella es la sensación de amar y sentirte correspondido! Saber que tienes a tu lado un amigo o amiga que te cuida, que te aprecia y valora, que quiere lo mejor para ti, y que además de ser un amigo te aporta un bienestar que nadie te puede dar. No es solo el hecho de estar contigo en los momentos difíciles, en apoyarte y levantarte el ánimo cuando estás triste, es mucho más que eso, es lo que sientes cuando estás a su lado, esa paz, esa tranquilidad que no consigues de otra manera, ese algo especial que sientes dentro de ti,... Y qué decir de los besos.. ese gesto suave de ternura que te debilita y que paraliza por un momento todo lo que ocurre a tu alrededor sin importarte nada por unos instantes, sólo la felicidad que sientes en ese instante. De repente te vuelves tonto y ciego a la vez, te enamoras. ¿Pero qué es el amor? Una locura, una pasión , una fijación... No es fácil de responder, más lo que está claro es que tu ya no eres tu, sino la composición de esa persona contigo, porque todo depende de dos, ya no eres tú solo, tu vida gira en torno a esa persona. Es una locura irracional e inevitable, y al igual que te procude los mejores sentimientos también te puede producir los malos como el engaño, la desconfianza, la envidia, los celos... que hacen que todo ese mundo de ilusiones se desvanezca como lo hacen las palabras como “te quiero” o “siempre estaremos juntos”. Cuando esto sucede pasas a sentirte la persona más desgraciada del mundo, te parecía tener el cielo en tus manos y de repente ves como te caes y te haces daño, sientes cómo tu corazón se te parte como el de la imagen y los abrazos tan solo quedan en el recuerdo. Y aunque todas las relaciones no tienen por qué acabar así, non dejan de ser una montaña rusa, en la que unas veces te sientes en lo más alto y otras, por el contrario, en lo más bajo, como la vida misma.
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