Recibo un e-mail cadena hace un par de días en el que leo que el grupo donostiarra, La Oreja de Van Gogh, ha declarado su simpatía hacia una ONG, de ideología radical y pro-etarra. Estas declaraciones, presuntamente, estaban extraídas de una entrevista en el programa de Pedro Ruiz “La Noche Abierta” y se vendían como rabiosa actualidad.
Este mismo mail, que de nuevo empieza a circular por la red, lo recibí hace años (creo que curiosamente coincidía con la presentación de alguno de sus discos) y tuvo una inmediata y contundente respuesta de LODVG.
Utilizo este correo electrónico como excusa para escribir sobre el rumor, sus motivaciones, y recordar el refrán “Cuando el río suena agua lleva” de nuestra sabiduría popular (que no siempre da en el clavo). Algún ex-concursante de GH metido a tertuliano se aprende, sin pasar por la facultad, la frase: “El rumor es la antesala de la noticia” y con prepotencia justifica el lanzamiento de una noticia al ruedo sin pruebas.
Vamos a hacer memoria: ¿Cuántos rumores recuerdas como auténticas verdades? Seguro que no has olvidado el capítulo de Ricky Martín, con el perro, la niña y la mermelada. Y seguro también, que en tu círculo de amigos alguien juró haberlo visto. ¿Y qué me dices del romance entre José María Aznar y Cayetana Guillén Cuervo? ¡Guau! Me encantaría hacer un post con una lista infinita, pero me falla, como siempre la memoria. También están los rumores de “destrucción masiva” cuyas consecuencias todavía, hoy martes, se traducen en 100 muertos en Irak.
Rumores motivados por el morbo, como el de Ricky Martín, o convertidos quizás, en “Cortina de Humo” como el de Irak.
Si escribo:
R=IxA no entendemos nada. Pero si lo traduzco como Rumor igual a Importancia por Ambigüedad, seguro que nos resulta familiar.
Está formula no es otra que la de la Teoría del Rumor elaborada por dos señores muy listos llamados Allport y Postman. Según ellos para que un rumor se extienda y, como en el caso de LODVG, perdure en el tiempo hace falta la importancia y la ambigüedad.
Importancia: El tema del rumor debe revestir cierta importancia, tanto para quienes lo transmiten como para los que lo escuchan.
Ambigüedad: los hechos reales que se rumorean deben tener cierta ambigüedad, es decir, deben ser susceptibles de diversas interpretaciones.
Reflexiono sobre el rumor y me resulta imposible no pensar en el pueblo de mi infancia... ¿por qué será?. ¿Qué placer nos ofrece el rumor, que tan poderoso hace sentir a su emisor?: “¿Sabes qué?”, “¿Te has enterado de?”, “Te lo juro, lo sé de buena tinta (…)”.
…Y así hoy, nos encontramos con un fenómeno propio de nuestro tiempo: los rumores trasladados de las plazas de nuestros pueblos y los antiguos mentideros a los foros de Internet, los blogs, o los forwards donde encuentran un buen filón para crecer.
Si escribo:
R=IxA no entendemos nada. Pero si lo traduzco como Rumor igual a Importancia por Ambigüedad, seguro que nos resulta familiar.
Está formula no es otra que la de la Teoría del Rumor elaborada por dos señores muy listos llamados Allport y Postman. Según ellos para que un rumor se extienda y, como en el caso de LODVG, perdure en el tiempo hace falta la importancia y la ambigüedad.
Importancia: El tema del rumor debe revestir cierta importancia, tanto para quienes lo transmiten como para los que lo escuchan.
Ambigüedad: los hechos reales que se rumorean deben tener cierta ambigüedad, es decir, deben ser susceptibles de diversas interpretaciones.
Reflexiono sobre el rumor y me resulta imposible no pensar en el pueblo de mi infancia... ¿por qué será?. ¿Qué placer nos ofrece el rumor, que tan poderoso hace sentir a su emisor?: “¿Sabes qué?”, “¿Te has enterado de?”, “Te lo juro, lo sé de buena tinta (…)”.
…Y así hoy, nos encontramos con un fenómeno propio de nuestro tiempo: los rumores trasladados de las plazas de nuestros pueblos y los antiguos mentideros a los foros de Internet, los blogs, o los forwards donde encuentran un buen filón para crecer.
12 comentarios:
Así, de entrada, diré que el rumor me asquea. Me asquea sin paliativos. Si hay algo que pueda asquearme más que el rumor (en el contexto que propones) es aquella persona que, habiendo sido víctimas de rumores, se alía con esta práctica asquerosa.
Han habido momentos en los que yo mismo he sido catalizador de rumores, pero aprendí a decir se acabó; no más. Han habido más momentos en los que he sido víctima de rumores; algunos rumores que han llegado a matar, por eso los considero asquerosos.
Hay veces en los que el rumor es, aparentemente, un petardo inofensivo fabricado desde la intención de la broma, pero quien lo fabrica con esa intención, no acierta a ver las consecuencias. Las consecuencias pueden pasar porque ese inifensivo petardo se convierta en una bomba, y las bombas, ya lo sabemos todos, matan.
Considero el rumor, pues, como una forma de terrorismo, o como un linchamiento cobarde (no existen linchamientos valientes).
Un abrazo.
(Alguien podría rumorear que tras éste abrazo se esconden dobles intenciones, pero sólo es un abrazo).
Bueno Le Mosquito, tú dame el abrazo y no te preocupes del resto, que a la gente lo que le gusta es hablar, por hablar ;-P.
Me recuerda a un cuento, con moraleja y todo, que narra la larga travesía por el desierto de un hombre con su mujer, hijo y burro. A lo largo del camino, pasaron por varios pueblos donde siempre fueron criticados.
En el primero el padre pasó subido al burro mientras su hijo y su mujer caminaban a su lado. La gente, que le gusta mucho hablar, como decía antes: "Hay que ver, el hombre en el burro y su mujer y el niño andando".
Intentando no llamar la atención en el siguiente pueblo, el marido le cedió el burro a su esposa y cogió al niño en brazos. Entonces la gente del pueblo increpó a la mujer: “¡Deja el burro a tu marido y niño!, ¿no ves que va el pobre de agotado?”. En el tercer pueblo fue el niño el que cabalgaba en el burro y ocurrió lo mismo que enlos pueblos anteriores. Más criticas: “Mira el niño lo cómodo que va… y sus pobres padres, ya mayores, tienen que ir caminando”. Finalmente resolvieron para la siguiente población subirse los tres al burro, decisión que no estuvo exenta de reproches: “¡Pobre burro!, serán brutos los tres encima del animal”.
Conclusión: Hay que hacer lo que a uno le de la gana porque parece ser que la crítica es el deporte nacional.
Una cosa más… ¿No hablábamos de rumores?
Será también que el rumor y la crítica van de la mano.
Un besote
Creo que éste cuento podría pertenecer al Kalila wa Dimna; aunque la autoría de sus fábulas se pierdan en la tradición oral, y se reencuentren en distintas traducciones y adaptaciones. Esta fábula la comozco de manos de Don Juan Manuel, en su "El Conde Lucanor". Una gozada de fábulas que resisten al tiempo y cuyos contenidos permanecen vigentes, como vigentes continuan las lacras del cotilleo y la envidia, por ejemplo. Gracias por el cuento. Ayer, y después de publicar lo que ya has leído en mi blog, el burdo cotilleo que se hizo sobre mi en otro blog no me sobresaltó demasiado. No era la priera vez (sólo la segunda). Pero pasaron las horas y me empecé a mosquear, pues lo encontré, además de estúpido, injusto y dañino, Toal: que no pude resistirme (debería haberlo hecho) a escribir una respuesta (piernas). Luego escribí la nota, para no caer en lo mismo...
Aún no entiendo por qué la gente pretende hacer daño por deporte, y por qué lo hacen gentes con un supuesto bagaje vivencial y cultural, y disfrazados con actitudes notables que podrían hacerles paracer gentes de bien. Es algo que veo repetirse mucho: el desprecio indiscriminado por todo y por todos. Ahí es ´donde está mi verdadera molestia: en el desprecio hacia todos y todo.
Muchas gracias por esta fábula, faramar. Y gracias por el besote.
:)
¿¿Y no os habéis parado a pensar que alguno de esos rumores parten de la propia "víctima" del rumor para buscar notoriedad o publicidad o estar en el candelero o...??
f.a.
En este contexto no había pensado en nada parecido. Sí: existen rumores que forman parte de estrategias publicitarias, pero creo que existen diferencias notables entre unos y otros. No creo que, por ejemplo, "fulanito de tal" pretenda hacer una buena publicidad de la casa que pretende vender, y haciendo circular un rumor que asegure que su estructura tiene aluminosis. Por ejemplo, digo.
¿en este contexto no? ¿Y si fulanita comenta a fulanito que se lio con menganito y a partir de ahí comienza a aparecer en miles de programas de rumores y cotilleos y así incrementar su cuenta corriente? ¿Y si un miembro de un partido político cuenta a alguien "en la intimidad" cierta posible primicia que no puede "contar a nadie" y que le hará ser el nº 2 en vez de el 5 en las listas a la alcaldía de dónde sea y que por supuesto negará en rotundo en un futuro? por poner algún ejemplo vamos...
He comentado, literalmente: "en éste contexto (YO) no había pensado en nada parecido", f.a. Espero no estar obligado a hacerlo.
También, literalmente he añadido: "existen rumores que forman parte de estrategias publicitarias", que es hacia lo que tú apuntas, y que no se ha puesto en duda.
Por mi parte, he querido distinguir entre publicidad encubierta y rumores, nada más que eso.
:)
PD: Espero que la editora de éste blog no se moleste por la conversación. Gracias.
;-)
F.A.: Como te pille mi señora guiñándome el hojo me da puerta pero que ya.
:)
Disculpas, faramar, que te hemos dejao la playa llena de trastos.
¡¿El hojo?! Boy de mar en peol. Ma vi a rellir un momento de mi mismo.
Hay que ver... que me pongo a trabajar un ratito y la que montáis. Jejeje...
Pero seguir con la discusión que a mí me parece de lo más enriquecedor, de hecho, no se si es la primera vez que tengo una discusión tan didáctica en los comentarios. Lo cierto es que da para mucho: rumor, publicidad, tradición oral (y no penséis mal aunque yo lo haga), cotilleo, marketing, crítica, campaña política...
Lo cierto es que como sigamos por aquí hacemos un post nuevo. ¡Me encanta la idea!
El rumor es la puñalada postmoderna de la envidia.
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