Hay quien dice que soñar es vivir dos veces. Os hablaré de mi otra vida, la que no veis...Anoche soñé que volaba, alto, muy alto, que podía ver desde arriba toda la sierra, Siete picos, el Telégrafo, la Maliciosa, que os veía a todos, pequeñitos, andando deprisa, de un lado a otro, sin rumbo, como si os persiguiese alguien... sólo mirábais al suelo, por eso no me visteis, ni a mí, ni a las cornisas de los edificios por los que pasáis a diario. Hoy soñé que volaba y me invadió una sensación maravillosa de libertad, me gustaba sentir el aire fresco en la cara. Uno y dos, uno y dos, al compás de bajofondo. Uno, dos... Sólo una persona me miró y gritó... "¡Llévame contigo!".
Y bajé, vamos que sí bajé, porque merecía la pena volar acompañada, quizás el vuelo era más lento, pero una iba más arropada, ¡Ay... qué agustito!.
Al despertar no podía moverme, el edredón pesaba demasiado y mis manos aladas habían desaparecido. Busqué en internet: "Interpretación de los sueños" y descubrí que volar simbolizaba libertad y buenos presagios en el amor... fama, fortuna... la definición decía que si volaba en forma de persona era felicidad, y éxito de forma natural y si era pájaro, suerte en la vida. En mi sueño yo era como soy, con manos blancas y dedos largos, como alas... "igual tengo un poquito de todo" - pensé. Entonces recordé que la noche del jueves al viernes soñé que se me caía una muela. Buqué también su significado y sólo tres palabras me dejarón helada: enfermedad y calamidades. ¡Vamos, cómo son los sueños! del cielo al infierno en una noche. Esta tarde, ahora que estoy despierta me respondo: ¿qué cómo son los sueños? pues como la vida misma, de cal y de arena.