Una vez escuché:"cuanto más trabajo, más suerte tengo" y me gustó. Entonces me puse a trabajar mucho, ¡muchísimo! Sin embargo y a pesar de las horas extras, lo que muchos decían "suerte" iba y venía a su antojo a mi vida y sin consultarme. Mi padre hoy podría ser millonario si hubiese comprado el número de la lotería al que jugaba con su pandilla desde hacía quince años. Sin embargo ese jueves lo olvidó y siguió trabajando hasta la jubilación. ¿Seguimos entonces hablando de trabajo o de suerte? También dicen que a la mala suerte se la llama, por eso cuando hablo de ella, lo hago bajito para que no se entere. No soy supersticiosa.
Entonces quizás debamos hablar de rachas buenas y malas...¿no? aunque discrepo de lo que dice mi amiga Mamen, que afirma con cierto optimismo, que las rachas duran siete años: siete años buenos, siete años malos. ¡Dios nos libre! ¡Siete años!
Después de una racha complicada, en dos días se han resuelto una serie de preocupaciones que coleaban desde hace algunos meses en mi actualidad:
1. Por fin sé que mi corazón y el de K. nunca latirán al mismo son. Porque él que tiene mucho más sentido del ritmo que yo, tiene que aprender a vivir entre sístoles-diástoles y extrasístoles.
2. Seguimos con la ronda de refranes... No podemos olvidarnos de una gran clásico: "Cuando se cierra una puerta (o te la cierran en las narices) se abre una ventana". Tras un largo verano bañado en incertidumbres, parece que mi destino profesional ya tiene una dirección que resulta apetecible y que quizás me llevé al otro lado del arcoiris. Se presenta una temporada llena de trabajo, de mucho trabajo, así que quizás tenga también mucha suerte, ¿no?
3. Por último mi cara, que durante un año ha sido similar a la de un adolescente, vuelve poco a poco a su estado normal, y tras recorrer consultas y consultas de dermatólogos, darme todo tipo de potingues y de tónicos y no encontrar solución a mis granitos... éstos, los muy "laskjkñfdhlueiñ", igual que llegaron se van yendo.
Para compensar mi buena racha, desde hace dos días me falta el aliento (que cantaría Estopa), me ahogo y tengo que respirar profundamente para tomar aire. Mi hermana, que es médico, me ha recetado tila y valerianas porque por lo visto los ahogos son de felicidad. Está visto que el cuerpo... no está preparado para tantas emociones.
Entonces quizás debamos hablar de rachas buenas y malas...¿no? aunque discrepo de lo que dice mi amiga Mamen, que afirma con cierto optimismo, que las rachas duran siete años: siete años buenos, siete años malos. ¡Dios nos libre! ¡Siete años!
Después de una racha complicada, en dos días se han resuelto una serie de preocupaciones que coleaban desde hace algunos meses en mi actualidad:
1. Por fin sé que mi corazón y el de K. nunca latirán al mismo son. Porque él que tiene mucho más sentido del ritmo que yo, tiene que aprender a vivir entre sístoles-diástoles y extrasístoles.
2. Seguimos con la ronda de refranes... No podemos olvidarnos de una gran clásico: "Cuando se cierra una puerta (o te la cierran en las narices) se abre una ventana". Tras un largo verano bañado en incertidumbres, parece que mi destino profesional ya tiene una dirección que resulta apetecible y que quizás me llevé al otro lado del arcoiris. Se presenta una temporada llena de trabajo, de mucho trabajo, así que quizás tenga también mucha suerte, ¿no?
3. Por último mi cara, que durante un año ha sido similar a la de un adolescente, vuelve poco a poco a su estado normal, y tras recorrer consultas y consultas de dermatólogos, darme todo tipo de potingues y de tónicos y no encontrar solución a mis granitos... éstos, los muy "laskjkñfdhlueiñ", igual que llegaron se van yendo.
Para compensar mi buena racha, desde hace dos días me falta el aliento (que cantaría Estopa), me ahogo y tengo que respirar profundamente para tomar aire. Mi hermana, que es médico, me ha recetado tila y valerianas porque por lo visto los ahogos son de felicidad. Está visto que el cuerpo... no está preparado para tantas emociones.
11 comentarios:
Me encantan los médicos inteligentes que, ante un mismo síntoma, en vez de mandarte mil pastillas o darte una fatídica noticia, te hacen una restructuración cognitiva (que al final es lo que hacen) y te solucionan el problema.
que bonitas son las reestructuraciones cognitivas benevolamente usadas.
y mejor aún son los médicos que achacan tus males a las pastillas que te mandaron para evitar tus males.
Pero si de musica hablamos la genialidad llega con el contrapunto, si de felicidad en el trabajo hablamos, dejamos que nos la impongan o decidimos nuestro camino, y si de tu cara hablamos, muchos estaran de acuerdo, no la vemos, siempre nos ha hecho felices lo que vemos en el fondo de tus ojos.
Besos desde el ¿paraiso?
Por cierto, no sabía que blogger ya aceptaba los ".gif" entre las imágenes a alojar.
Cuando yo intento subirlas me las pasa a ".png" y jode el invento
Nunca me he creído un tipo afortunado como tal, si exceptuamos eso tan grande de seguir vivo, tener amigos, ver las nubes, escuchar, etc. que cada día valoro más y más. Así que, ya hace mucho tiempo de esto, me dí cuenta de que lo único que podía hacer era crear, generar cosas de la nada y currar y currar y currar. Si eso que llaman suerte acompaña, genial, si no, es que no tendría que ser.
¿No os habéis preguntado nunca cuándo libra Murphy? Yo creo que nunca.
Gracias Faramar por recordarme lo bonitos que son los amaneceres en el tren camino de Madrid y sentirme afortunado.
Besos
Ciao
Chema
www.chemalara.com
Pues si Bea, a todos nos pasa un poco lo mismo, aunque al final la suerte no toca se la busca uno o eso creo yo, antes pensaba lo contrario... pero la vida te va mostrando las puertas a abrir, sólo es cuestión de abrir las positivas y dejar cerradas las negativas.
Qué de cambios en tu vida por lo que veo, ya me contarás donde andas trabajando, a ver si te escucho esa voz fantástica que tienes...
Un beso fuerte. Alber
Guauuu! Estoy emocionada con la respuesta a este post, esto sí que es una buena reunión de amigos, cada uno de una época, de una ciudad, en un país distinto y sin embargo juntos entre estas líneas. Realmente estoy emocinada. ¡Muchas gracias!
Deni, aún tenido una hermana médico, creo que son una especie rara con una rara sensibilidad al dolor ajeno. Supongo que será cuestión de protegerse...
Desde luego José, tu paraíso está haciendo de ti un poeta. Estoy esperando esa segunda crónica de tu estancia en Panamá para colgarla de nuevo en el blog. ¡Mucha suerte aventurero!
Chema: eres afortunado por miles de cosas, y una de ellas es ese talento del que pocos pueden presumir, que es crear. Respecto a la fortuna, supongo que cuando el cielo no está nublado la reconocemos con mayor claridad, ¿no?
Mi querido Alberto, estoy segura que tú sí que entiendes lo que es cerrar puertas y abrir ventanas... No te puede ni imaginar lo que me alegra que esas ventanas te hayan traido nuevos aires y te hayan hecho más libre.
Besos mil a todo@s
Me ha encantado esa frase de que parece que el cuerpo no está hecho para tantas emociones....
Sin conocerte te conozco, y por eso,me permito la licencia de desearte lo mejor en esta nueva racha que comienzas... A por todas!
Muchas gracias Tot por tus buenos deseos... ¡qué relaciones más extrañas crea la red, ¿verdad?
cerrar puertas y abrir ventanas
Mi frase favorita :)
Besos
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