jueves, 27 de abril de 2006

EL CHICO DE LA COCA COLA LIGHT (Sug.K)

Yo conozco al que lo dejó todo para montar un chiringuito en la playa. Ayer me llamó, así que os pido un fuerte aplauso para él y para los que como él, se atreven en la vida.
Le conocí hace seis años bailando rock and roll: él venía de un entierro y yo de un desamor. Así que ambos, con esa sensación de pérdida que nos dejan los que se van, nos marcamos un bailoteo que acabó con sus problemas de lumbago y mi cabeza dando más vueltas que la de la niña del exorcista.
Hace pocos meses mi amigo tomó una decisión: aburrido del parón que tenía su vida, lo dejaba todo para embarcarse en una aventura con destino a Panamá. Un viaje de ida, con la vuelta abierta. Aterrizó en medio de “la selva de los famosos” y a los tres segundos se enamoró de un país en el que hay mucho por hacer y que ofrece un sinfín de posibilidades.
Panamá: gente con el ritmo de vida del anuncio de Maracuya; autobuses graffiteados por sus conductores, con oraciones entre sus faros; un tipo curioso vende su catamarán hundido (con posibilidades de reflote), a cambio de beber gratis en el bar de la esquina; un joven matrimonio (creo que europeo) que vive en la playa, educa a sus hijos en casa; un tipo monta un hotel para ricos aburridos, que se gastan una fortuna para vivir la aventura de dormir al aire libre, en el suelo o en hamaca; locos en busca de grandes olas, o como en el caso de mi amigo, españoles en “en busca de su mar”. Un mar a 8000 kilómetros de su casa y su familia.
Y es allí donde mi amigo a sus cuarenta y (…), de repente encuentra su sitio. Por fin puede trabajar en su gran pasión: la fotografía y además le pagan por ello. Hoy se subirá a una avioneta para fotografiar parte de la selva Panameña y dentro de unos días fotografiará tiburones.
Nada que ver con tus reportajes de las noches en Reciclaje ¿Verdad? Ni mejor, ni peor. Diferente.
Debido a mi pasión por la fotografía (que muchos conocéis y otros sufrís), le he pedido que me envíe algunos de sus trabajos. Que me abra una pequeña ventanita a través de su objetivo y me reporte otra manera de ver la vida. Hoy quiero presumir de que conozco al “chico de la Coca Cola Light”, es mi amigo y siento una gran admiración por él y por todos los que como él, se atreven en la vida.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Anda ya gente asi no hay.
Besos y adelante con esta busqueda promete ser interesante.
El exchico de la cosa esa

MAREAS

LILANINE. Get yours at bighugelabs.com/flickr