Nunca los excesos fueron lo mío. Salir una noche más de la cuenta tiene graves consecuencias en mi organismo y más de dos, en mi voz. Nadie cree que enfermo más allá de las dos de la madrugada y es que si salgo me gusta hablar, reír, cantar y gritar en los conciertos, aunque la prescripción médica me dicte que no (antes de cumplir los treinta).
Los amigos, sabedores de mi frágil voz, dicen: “no te prives, sal, tú sal... pero no hables, sobre todo no hables”. ¡Anda ya!-replico-¿Le digo yo al pirata que no beba ron?, pues no me digas que no hable, que no puedo. Hablo, hablo... hablo porque me pagan por ello, y porque si no muero (cual exageración teresiana). Y los hay que hablan más que yo, que paro todo en la viña del señor siempre hay quien gana, pero pueden ir ha trabajar y estar callados. Yo no. La imagen en radio no genera PIB.
Las noches del festival “Viajazz” están acabando con mi voz, que no conmigo, y de un fantástico ciclo de seis conciertos, sólo a tres he ido.
Los amigos, sabedores de mi frágil voz, dicen: “no te prives, sal, tú sal... pero no hables, sobre todo no hables”. ¡Anda ya!-replico-¿Le digo yo al pirata que no beba ron?, pues no me digas que no hable, que no puedo. Hablo, hablo... hablo porque me pagan por ello, y porque si no muero (cual exageración teresiana). Y los hay que hablan más que yo, que paro todo en la viña del señor siempre hay quien gana, pero pueden ir ha trabajar y estar callados. Yo no. La imagen en radio no genera PIB.
Las noches del festival “Viajazz” están acabando con mi voz, que no conmigo, y de un fantástico ciclo de seis conciertos, sólo a tres he ido.
Un privilegio: estar a dos metros de Jeff Beck. Impresiona. Y seguir sus dedos sobre las cuerdas de su guitarra más. Yo me he quedado bizca.
Más tipos importantes: Sir Elton John sobre un sobrio escenario negro, donde sólo brillaban las lentejuelas de su levita. Todo un clásico británico que decidió no cumplir con la típica puntualidad británica: se adelantó cuatro minutos, y nos pilló caña en mano y bocata de lomo en cachete con “Your song”. Dos noches después de reventar en el Estadio de Wembley, en el homenaje a Lady Di, Elton John actúa para 17.000 personas... menos, en un pueblo de la Sierra de Madrid. Íntimo, muy intimo el concierto.
Sobre la ELO, ¡qué decir! que fueron divertidos, enérgicos... con clásicos como “You bring me down” sólo puedes triunfar.
El toque negro lo puso el reverendo “Al Green”...”Let´s get together”, la, la, la... Qué manera de cantar, de bailar: “I love you baby”. Todo un espectáculo, ¡oh yeah! El señor Green se basta y se sobra para ofrecer mucho soul.
El toque negro lo puso el reverendo “Al Green”...”Let´s get together”, la, la, la... Qué manera de cantar, de bailar: “I love you baby”. Todo un espectáculo, ¡oh yeah! El señor Green se basta y se sobra para ofrecer mucho soul.
¡Ah! Muy negro también Santiago Auserón. Hoy actúa Caetano Veloso y su guitarra. Ya veremos qué pasa. Si mi voz me tumba esta noche abriré las ventanas de mi casa para que me lleguen los sonidos de Brasil cuando sople el viento del sur, ¡ay qué lástima!... y así ando estos días, a la merced de las frías noches de la Sierra y el aire acondicionado de la oficina.
Como ya os habréis imaginado por los post anteriores la experiencia musical ha servido para hacer el rodaje fotográfico. Sigo de estreno y domando poco a poco a la fiera. ¡Buen sábado!
2 comentarios:
¡Vaya! Tú sí que sabes rodearte de gente importante... ¡Qué envidia!... ...¡¡¡malsana!!!.
Perfecto todo lo que ves. Una amiga me decia "actúa Caetano Veloso" aqui, en Valencia, voy a su web y veo que actúa sólo en Brasil ¿qué hace ahí?¿sabrías decirme si va para Valencia? Besos.
Publicar un comentario