Yo elijo trabajar en algo que me gusta, me apasiona y que después de diez años me sigue motivando aunque esté mal remunerado. Yo elijo tener mala memoria, para no ser rencorosa y seguir manteniendo esa relación amor-odio que genera la profesión.
Yo elijo trabajar horas extras no remuneradas, porque el trabajo acabado y bien hecho me genera satisfacción.
Yo elijo ir a trabajar con gripe, aunque mi voz esté nublada y mi cabeza embotada, para no perjudicar a algún compañero.
Pero lo que no elijo (ya que nadie me ha preguntado) es ser hacienda, por mucho que digan que "hacienda somos todos".
6 comentarios:
cómo me gusta cuando veo a alguien que entiende que el trabajo no es sólo cambiar horas por dinero. Yo elijo que me gusta que elijas todo eso
Lo que me soprende es no encontrar un largo listado de insultos del tipo: ¡Pringada! ;-P
De comentario en comentario descubro tu blog, me gusta, es ameno, ya me paso para leer.El mio sólo es de fotos.
saludos y feliz año.
Bea, no me refería en mi blog a trabajos en los que el sueldo no es alto. De esos tenemos todos. Me refería a las empresas que contratan siempre becarios para cubrir puestos de redactores y a los "redactores" que ni son periodistas ni nada pero ocupan puestos de trabajo que deberían ocupar periodistas en paro.
MI FOTO: Bienvenida al mar, espero que te guste el chapuzón!!!
NoELIA: Ya sé que te referías fundamentalmente al intrusismo, quizás no enlacé en las correctas palabras. Pero sí quería enganchar el comentario con tu artículo porque me gustó tu reflexión.
Algunos dirán que tenemos lo que nos merecemos, pero lo cierto es que nuestra profesión no es nada gremial, y por no tener, no tenemos ni un Colegio de periodismo.
Respecto a la organización empresarial, es curioso cómo mientras en otras empresas quieren en sus equipos a los mejores, en las empresas "periodísticas", salvo honrosas excepciones, prefieren una redacción mutante, llena de becarios en continua formación, que ganen una miseria y se quejen poco.
Mientras los profesionales por lo general, debemos incluir el "sí wana" en nuestro vocabulario, puesto que si no lo haces tú hoy, ya lo hará otro mañana.
¡Feliz año, torera!
Ok... quizá yo tampoco te entendí bien a ti.
Feliz año para ti también... y sigue regalando esa voz tan dulce... que, como en el anuncio de la Mastercard, no tiene precio.
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