
Javier no ha asumido muy bien el "no" de Celia. Está muy triste. Dice que siguió mis consejos, que le hizo reir, hizo el loco y le trató como a una princesa. Este fin de semana Javier le ha escrito una tierna y dulce carta de amor... en japonés.
La profesora de Javier, conocedora de ese gran amor, ha querido ejercer de cupido esta mañana y les ha sentado cerca en clase de plástica.
Hoy Celia le rechazó una vez más... no sé si porque no entendió el japonés, o simplemente porque es muy joven para el amor y pefiere esperar. Javier no lo ha asumido y ha decidido cortar por lo sano. Con esa tijera que todos los niños de 5 años tienen siempre a mano, decidió, en un ataque de rabia amorosa medio india navajo, medio japonesa cortar la cabellera de su amada.
La colgará de su pecho en un camafeo de huevo kinder.