En un año pasan muchas cosas aunque casi siempre tengamos la sensación de estar plantados en el mismo punto de partida "de algo". Aunque digamos que nuestra vida está estancada, que no fluye, que no ocurre nada interesante. Un bombazo o un giro de 180 grados. A veces el tiempo parece que sólo avanza para "los otros", sin embargo el tiempo es para todos. También para "En busca el mar" que el pasado 25 de abril cumplió un año, 12 meses, 365 días.... y 188 post, que se han convertido en un instrumento más de mi memoria. A trompicones o de seguido, poco a poco, hemos esculpido entre todos este mar que como siempre digo es más vuestro que mío.
No excusaré mis ausencias (que probablemente sean similares a las de vosotros) porque cuando creé "en busca del mar" buscaba tener un espacio de esparcimiento y relajación donde escribir con frecuencia y teneros cerca. En ocasiones se convirtió en una obligación, en mi propia tiranía, pero la gran mayoría de las veces en una manera de comunicarme con vosotros, con los de cerca y con los de lejos.
No excusaré mis ausencias (que probablemente sean similares a las de vosotros) porque cuando creé "en busca del mar" buscaba tener un espacio de esparcimiento y relajación donde escribir con frecuencia y teneros cerca. En ocasiones se convirtió en una obligación, en mi propia tiranía, pero la gran mayoría de las veces en una manera de comunicarme con vosotros, con los de cerca y con los de lejos.
Hace unos días cumplimos un año y ni siquiera tuve tiempo de parar el carro en el que estoy subida, con seis velocidades y sin freno, para soplar las velas con vosotros. Por eso hoy, con calma, os doy las gracias a los que me animastéis a crearlo, a los que os pasáis mucho o de vez en cuando, y a los que desde el silencio y anonimato dejáis vuestra huella sin saberlo.
En un año como decía pasan muchas cosas, y el blog ha sido testigo, como vosotros:
En un año como decía pasan muchas cosas, y el blog ha sido testigo, como vosotros:
- Cambié de funciones en el trabajo.
- La música dejó de sonar para dar paso a las palabras, las miles de palabras que a diario escribo o leo y relatan el día a día.
- Nació mi quinto sobrino: Santiago.
- Dejé el hogar familiar para compartir mi vida con mi mejor elección: Kike.
- Lo anterior ha fortalecido las relaciones materno y paterno filiales.
- Volví a hacer deporte y por primera vez en mi vida comencé a correr.
- He representado en un escenario a Adela, la hija pequeña de Bernarda Alba.
- He fortalecido amistades, se han aflojado algunos lazos y he conocido gente estupenda.
- He viajado al extranjero: Londres.
- Se me ha roto mi supercámara de fotos. Tendré que comprame otra.
Bueno, ejem, esto último tampoco ha cambiado demasiado mi vida, pero así os cuento que dentro de poco espero tener otra supercámara con la que seguir retratando mi vida.
En fin, 12 meses de risas, alegrías, lágrimas, de días malos y mucho buenos y con sol, minutos, ninguno perdido, tiempo en el que me voy esculpiedo y acepto que ahora las decisiones las tomo yo... y ya soy mayor.
- La música dejó de sonar para dar paso a las palabras, las miles de palabras que a diario escribo o leo y relatan el día a día.
- Nació mi quinto sobrino: Santiago.
- Dejé el hogar familiar para compartir mi vida con mi mejor elección: Kike.
- Lo anterior ha fortalecido las relaciones materno y paterno filiales.
- Volví a hacer deporte y por primera vez en mi vida comencé a correr.
- He representado en un escenario a Adela, la hija pequeña de Bernarda Alba.
- He fortalecido amistades, se han aflojado algunos lazos y he conocido gente estupenda.
- He viajado al extranjero: Londres.
- Se me ha roto mi supercámara de fotos. Tendré que comprame otra.
Bueno, ejem, esto último tampoco ha cambiado demasiado mi vida, pero así os cuento que dentro de poco espero tener otra supercámara con la que seguir retratando mi vida.
En fin, 12 meses de risas, alegrías, lágrimas, de días malos y mucho buenos y con sol, minutos, ninguno perdido, tiempo en el que me voy esculpiedo y acepto que ahora las decisiones las tomo yo... y ya soy mayor.