viernes, 28 de abril de 2006

UN REGALO ANTES DE MARCHAR

Para vivir no quiero...
(Pedro Salinas)

Para vivir no quiero
islas, palacios, torres.
¡Qué alegría más alta:
vivir en los pronombres!
Quítate ya los trajes,
las señas, los retratos;
yo no te quiero así,
disfrazada de otra,
hija siempre de algo.
Te quiero pura, libre,
irreductible: tú.
Sé que cuando te llame
entre todas las gentes
del mundo,
sólo tú serás tú.
Y cuando me preguntes
quién es el que te llama,
el que te quiere suya,
enterraré los nombres,
los rótulos, la historia.
Iré rompiendo todo
lo que encima me echaron
desde antes de nacer.
Y vuelto ya al anónimo
eterno del desnudo,
de la piedra, del mundo,
te diré:
«Yo te quiero, soy yo».

jueves, 27 de abril de 2006

ME VOY A CAÍ...

... y cuando vuelva espero haber aprendido muchas cosas, entre ellas: linkear los blogs amigos. Prometo también, poner esto cada vez más bonito. Un beso para "mi gente guapa". La foto la tomé el verano pasado en la playa de Boloña.... Hay cosas, que sólo pasan en Caí.

ATAQUE CONSUMISTA

El otro día tuve un ataque consumista. Por más que intento explicar cómo es el vestido que me compré, nadie ha sido capaz de imaginárselo, así que he decido ilustrar mi capricho, por petición popular. A la izquierda la modelo, a la derecha mi chico y yo "de Skunkfunk". El dibujo es obra de K.

¡FELIZ, FELIZ, NO CUMPLEAÑOS!





Como en Alicia en el País de las Maravillas, hoy celebramos el "Feliz, feliz no cumpleaños de Super K". Mañana superará la barrera de los 30, acompañado de sus amigüitos los Lunnis y de su querida Lupita, a ser posible en Caí y rodeado del cariño de su gente. Desde "en busca del mar" con amor, le deseamos que los cumpla con salud y que pronto el ritmo en sus venas se vuelva normal. Aigabani-K.

EL CHICO DE LA COCA COLA LIGHT (Sug.K)

Yo conozco al que lo dejó todo para montar un chiringuito en la playa. Ayer me llamó, así que os pido un fuerte aplauso para él y para los que como él, se atreven en la vida.
Le conocí hace seis años bailando rock and roll: él venía de un entierro y yo de un desamor. Así que ambos, con esa sensación de pérdida que nos dejan los que se van, nos marcamos un bailoteo que acabó con sus problemas de lumbago y mi cabeza dando más vueltas que la de la niña del exorcista.
Hace pocos meses mi amigo tomó una decisión: aburrido del parón que tenía su vida, lo dejaba todo para embarcarse en una aventura con destino a Panamá. Un viaje de ida, con la vuelta abierta. Aterrizó en medio de “la selva de los famosos” y a los tres segundos se enamoró de un país en el que hay mucho por hacer y que ofrece un sinfín de posibilidades.
Panamá: gente con el ritmo de vida del anuncio de Maracuya; autobuses graffiteados por sus conductores, con oraciones entre sus faros; un tipo curioso vende su catamarán hundido (con posibilidades de reflote), a cambio de beber gratis en el bar de la esquina; un joven matrimonio (creo que europeo) que vive en la playa, educa a sus hijos en casa; un tipo monta un hotel para ricos aburridos, que se gastan una fortuna para vivir la aventura de dormir al aire libre, en el suelo o en hamaca; locos en busca de grandes olas, o como en el caso de mi amigo, españoles en “en busca de su mar”. Un mar a 8000 kilómetros de su casa y su familia.
Y es allí donde mi amigo a sus cuarenta y (…), de repente encuentra su sitio. Por fin puede trabajar en su gran pasión: la fotografía y además le pagan por ello. Hoy se subirá a una avioneta para fotografiar parte de la selva Panameña y dentro de unos días fotografiará tiburones.
Nada que ver con tus reportajes de las noches en Reciclaje ¿Verdad? Ni mejor, ni peor. Diferente.
Debido a mi pasión por la fotografía (que muchos conocéis y otros sufrís), le he pedido que me envíe algunos de sus trabajos. Que me abra una pequeña ventanita a través de su objetivo y me reporte otra manera de ver la vida. Hoy quiero presumir de que conozco al “chico de la Coca Cola Light”, es mi amigo y siento una gran admiración por él y por todos los que como él, se atreven en la vida.

miércoles, 26 de abril de 2006

CON PROBLEMAS DE IDENTIDAD

Mi madre es de Huesca y mi padre de Huelva, tengo dos hermanos de Zaragoza y yo nací en Madrid. La ciudad con menos identidad que conozco. Esto no es malo, simplemente significa que reúne tantas identidades que le cuesta definirse. Es dificil encontrar un madrileño de segunda generación, ya no digo de tercera. Yo no sé bailar el chotis y cuando digo que soy de Barrio de Salamanca, lo digo para vacilar porque sólo estuve allí cuando nací. No digo exg-que (tono Bono), ni he visitado El Palacio de Oriente. Sí me gusta el rastro y los bocadillos de calamares, su ajetreo, la plaza mayor en Navidad y "Chencho de La Gran Familia", me gusta pasear por Fuencarral, la calle Huertas y los colores de Sol (antes de que Gallardón lo pusiera bocarriba - en otro momento hablaré de las obras de la M-30). Madrid es tan impersonal, como heterogéneas son sus gentes. Dice mi novio que los rasgos de mi cara son raros, direfentes... y no tengo claro que eso sea un piropo. Tampoco tengo claro a mis años de dónde soy porque tengo la suerte de sentirme a gusto en casi todos los sitios y una facilidad pasmosa para que se me peguen los acentos. Es hablar de Los Monegros y me pongo con los brazos en jarra cantando: "La Virgen de Pilar diceee, que no quiere ser francesaaa, que quiere ser capitana de la tropa aragonesa". Por no mencionar mi amor por Cádiz, que para volver con frecuencia, busqué un novio gaditano y desde entonces, ironías de la vida, voy sólo dos veces al año. Para conocer la Galicia profunda, hice el Camino de Santiago; me he enamorado de la Vera de Cáceres; me gusta la fuente agria de Puertollano; la luz de Barcelona y las noches de Ibiza y Alicante... Lo único que tengo claro hoy, es que Madrid y yo tenemos más en común de lo que imaginaba: problemas de identidad.

martes, 25 de abril de 2006

LOS ABUELOS

"Me hubiese gustado nacer con el pelo rizado de mi abuelo: sus rizos negros jugaban alrededor de su cara y le daban un toque agitanado, que remarcaba su tez morena. Heredar el verde de los ojos de mi abuela, pálida como la luna y de piel fina como la seda.
Dicen que mi abuelo tenía mucho sentido del humor y que se le daban bien los deportes. Cuentan que mi abuela era querida por las vecinas, y que niños y señoras se arremolinaban en su patio para llenarse de la luz que emanaba. Una vez mire la foto de boda de mis abuelos y creí verme en los rasgos finos de ella y los ojos profundos de él. Alguien me contó que habían sido felices, que el amor que se profesaban era la envidia de las gentes, y que todavía sus sombras pasean por las sequedades de Los Monegros.
Dicen que ella tuvo una muerte dulce y cuando cerró los ojos, sonrió. El abuelo la beso y sólo dijo un hasta luego. Él no tenía prisa por irse, quería consumir con intensidad sus últimos años al lado de sus nietos; coserles los botones y apañarles la mochila cada año de escuela.
El abuelo no tenía prisa porque sabía que ella le esperaba, porque su amor era de esta vida y otros mundos. El abuelo también murió y hoy les echo de menos.
A veces, me miro en el espejo e intento adivinar qué queda de ellos en mí, me fijo en la oscuridad de mis ojos de un negro intenso. Me miro... y les veo besarse entre mi iris y el pensamiento"
- A mis hermanos.

DE MUERTE Y SOLEDADES

Echarle un ojo a esta información que me sobrecoge y entristece: "una mujer muere frente al televisor y nadie la reclama en dos años "Quizás ya lo habíais leído en El País, quizás no, pero,... ¿No os parece fuerte hacía donde nos lleva nuestro individualismo? Madrid es una ciudad con encanto, una urbe especial y con magia en muchos de sus rincones, sin embargo los pitidos de los coches son su banda sonora, a los vecinos les cuesta decir "buenos días" en el portal y se presume de una educación que en muchas ocasiones se pierde.
El otro día por ejemplo, encontré en el limpiaparabrisas de mi coche esta receta: "Muchas gracias por haberme dejado encerrado grandísimo hijo de puta, con gente como tú no me extraña que la gente se parta la cara". ¡Ups!. Jimenez Losantos no es el único crispado de este planeta. ¿Podría haberle dejado más sitio para salir? Puede que sí o puede que no, pero ¿es proporcional esta respuesta? Una compañera de trabajo me dijo hace poco que el próximo día que se encuentre un graffitero en la autopista se lo lleva por delante; otra harta de los ladridos de los perros de su vecino amenaza con envenenarlos. Es normal que una mujer muera delante de un televisor y sólo se la busque por morosa. La muerte tiene eso".

MI PATITO DE GOMA

Mis recuerdos infantiles están a rayas: siempre detrás de unos barrotes. Primero los de la cuna (aunque mi madre no termine de creerlo) y más tarde los de mi colegio. Los primeros desaparecieron cuando fui tan grande que tuvieron que trasladarme a la cama. ¿Los segundos? no tengo tan claro que hayan desaparecido.
Por eso busco el mar a pesar de que me mareo en los barcos o me pongo nerviosa si animales no identificados rozan mis pies en el agua. Busco el mar, por su inmensidad, su infinito, porque te lleva a sitios desconocidos o te trae los patitos de goma del anuncio del SEAT Toledo. Busco el mar porque no lo tengo.
Tengo dos amigos que se están sacando el carné de patrón de barco, igual les llamo para buscar mi patito de goma.

EN BUSCA DEL MAR-PRESENTACIÓN

He tardado más de un año en tomar una decisión: ¿Publico o no publico un blog? ¿Lo empezaré y alimentaré todos los días o por el contrario lo dejaré morir en el ciberespacio? Finalmente "En busca del mar" se convierte en mi proyecto personal y nace con las mismas dudas que apareció por primera vez en mis pensamientos. No tengo algo demasiado importante que decir, pero espero con el tiempo que "en busca del mar" se convierta en instrumento de debate, reflexión personal o popular, drenaje de penas y exaltación de alegrías.

MAREAS

LILANINE. Get yours at bighugelabs.com/flickr